La situación social en la que vivimos hace que padezcamos con preocupación tanta desidia y desanimo que nos rodea.
El ser humano está mirando hacia otro lado, sin meditar, por un momento, que en tus brazos maternales encontramos alivio a nuestros pesares, sin pensar, que en tu hijo, que sufrió calvario por nosotros, está el refugio de nuestras almas, sin concienciarse, que quien lo está pasando mal es nuestro hermano, aquí, deberíamos dar todo nuestro apoyo y afianzar así nuestro caminar cristiano.
Querida Madre del Primer Dolor, infunde en nuestros gobernantes, la sabiduría para llevar a buen puerto este país que necesita de tanta Esperanza, Amor y Caridad en estos días.
Que sean lo suficientemente inteligentes para comprender que todo tiene solución caminando juntos y hacia un mismo lugar.
Infunde Madre, en nuestros corazones, el afán de amor hacia los demás, que nuestros corazones sean ejemplos vivos de cristiandad, que aportemos soluciones y no problemas, que nuestras palabras sean de animo no de critica y que nuestras manos trabajen para hacer, cada día, esta Agrupación y esta Cofradía a la que pertenece, más cristiana.
Madre Sagrada, en ti deposito toda mi esperanza y la de todos lo que hoy nos hemos reunido aquí para besar tus benditas manos.
Así sea.